El abordaje de la Terapia Cognitivo Conductual se concentra en los problemas actuales del paciente, dicho en palabras sencillas, los profesionales nos ocupamos de sus síntomas, más allá de que ellos se configuren o no como un trastorno psicológico diagnosticable.
Dado que nuestro enfoque es francamente pragmático, el objetivo principal de la intervención consiste en que los problemas por los cuales el paciente asiste a consulta dejen de existir, es decir, apuntamos deliberadamente al levantamiento sintomático. Definitivamente, creemos que esto es algo que casi siempre buscan las personas que acuden a un psicólogo, buscan que el terapeuta las ayude a resolver los síntomas que les traen sufrimiento.
Los profesionales de Orbe se preguntan:
¿Qué espera una persona que a raíz de padecer crisis de pánico y agorafobia ha dejado de trabajar, estudiar o visitar amigos? ¿Qué desea una persona que se ve imposibilitada de disfrutar sexualmente con su pareja porque sufre de disfunción sexual?
¿Qué expectativas tiene alguien que ha perdido su capacidad de experimentar placer en la mayoría de las situaciones, que incluso ha dejado de comer o bañarse por padecer un cuadro depresivo?
El sufrimiento que cualquiera de estas situaciones comporta para las personas es lo que preocupa a nuestro
centro. Más allá de etiquetar dolencias pretendemos mejorar la calidad de vida de nuestros clientes.
En definitiva y usando como marco metodológico no excluyente la terapia cognitiva-conductual, pretendemos
que nuestras intervenciones respondan a hipótesis científicas actuales, tendientes a mejorar la salud y calidad
de vida de las personas que depositan su confianza en nosotros. Simple, ¿verdad?